Desierto de Mediodía por Defecto Danza

Hacer nada es algo que puede ser contradictorio para la danza. Sin embargo, en la no-actividad también está presente el movimiento. Es más, para el cuerpo el “hacer nada” es mera apariencia, pues existe una infinidad de pequeñas labores que acompañan esa ilusión. Ana Carvajal, en el solo coreográfico “Desierto de Mediodía”, indaga sobre lo que nos pasa cuando estamos libres de obligaciones y  muestra los puentes del inconsciente con el cuerpo.

Carvajal, inició su investigación sobre este tema basándose en las reflexiones del filósofo Humberto Giannini respecto de lo que él llama “el demonio del mediodía”, que es una forma espiritual que lleva a las personas a escapar de las más sutiles formas de control, “cuando el sol alcanza su máxima altura en el horizonte, y parece quedarse allí clavado por encima del mundo”.

“El mediodía es también la hora de la modorra, el resultado de un buen almuerzo. Una situación que recordamos de la infancia, cuando había un sentimiento un poco irrecuperable de libertad”, dice Carvajal.

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