El Terremoto de 1906, Una Exposición De Fotografía Patrimonial

Siete fotografías contemporáneas de León Durandín (1872-1955) y 48 imágenes, que incluyen también el trabajo de Manuel Domínguez (1867-1922), proyectadas en formato estereoscópico, componen la muestra que pretende dar cuenta de las características que alcanzó el fenómeno de la fotografía aficionada en Chile a través de la representación del terremoto de 1906. En este sentido, el trabajo de ambos fotógrafos, inmortaliza la oportunidad de los aficionados y su necesidad de ser reconocidos por su labor en el país.

La muestra contó con la curatoría de Samuel Salgado, director de CENFOTO (Centro Nacional de Patrimonio Fotográfico), y Enrique Zamudio. La exposición surgió de los trabajos de preservación e investigación desarrollados con ambas colecciones. En el caso específico de la colección de León Durandín, fue dirigido por Camila Schneider Durandín. Sus retratos nutrieron las revistas del período, pasando de una afición estimada por lo pares, a un reconocimiento público como fotógrafos artistas.

Su recorrido por las ruinas de Valparaíso, muestran esta capacidad de generar registros cercanos a la fotografía de prensa o documental. Por tanto, el objetivo de la muestra es dejar en evidencia la consolidación de la fotografía aficionada como una técnica que transformó la práctica de la fotografía de estudio, y que dio paso a una nueva mirada sobre el entorno y los cambios propios de una ciudad en reconstrucción

Esta muestra es un rescate a la conciencia del tiempo, tiempo efímero, continuo, que la fotografía interrumpe, tramando así, la imagen re-velada.
Recuperar en un escenario patrimonial la situación que se registro, dejando en evidencia su posterior patrimonialización, como las prácticas visuales de la época.
Ambos fotógrafos comparten una misma característica su afición era un espacio el cual tenían que compartir con oficios que no estaban relacionados con la fotografía. Manuel Domínguez era abogado y León Duradín, era comerciante, gerente de la Droguería francesa en Santiago. Su afición los destaco por sobre la mayoría de sus contemporáneos destacando, cada uno, con miradas y énfasis distintos sobre la fotografía. Mientras León era un fotógrafo del paisaje chileno y de los alrededores de la ciudad, Manuel se entusiasma con la vida cotidiana desde una perspectiva cercana a la fotografía instantánea.

El terremoto los junta, no sabemos si se conocieron, como a la mayoría de los fotógrafos aficionados de Valparaíso y Santiago, registrando todos los acontecimientos del dramático sismo de 1906.

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