Kinmakirú es una banda de rock ritual integrada por los hermanos Rodrigo y Osvaldo Rodrigo, Constanza Valenzuela y Maximiliano Moya, fundada en Santiago durante el año 2015. Junto al escritor Zoru Kalashie trabajaron una mezcla de narración y música que presenta a Kinmakirú como un ser que busca la consciencia propia y del entorno a través de la música. Kinmakirú es un concepto ficticio a partir de la mezcla de las palabras “kin”: origen, “ma”: ancestral,"kirú”: rito, según su propio dialecto llamado Ukua.
Su cosmovisión y musicalidad están potenciadas con una investigación basada en 13 culturas (Celta, Tibet, Zulú, Tuareg, Vikingos, Sioux, Inca, Maya, Azteca, Selk’nam, Mapuche, Yupik y Rapanui) estas se logran apreciar en sus espectáculos mediante su vestimenta, proyecciones, maquillaje, puesta en escena y junto a sus múltiples influencias musicales (Violeta Parra, Víctor Jara,Heilung, King Crimson, Congreso, Tool, Los Jaivas, Wardruna y Vejara).
Kinmakirú no solo es una banda, sino un colectivo artístico que reivindica lo ancestral en un contexto moderno. Su propuesta desafía los límites del rock tradicional, integrando arte, activismo y espiritualidad para crear un diálogo entre el pasado y el presente.
Lepidóptera: Su música es auto-declarada como “Rock Samurai”, comienza como dúo en 2019, formado por Vicente Godoy (Guitarra y voz) y Felipe Ibar (Batería y voces), y tuvo sus primeras presentaciones en vivo durante el 2023 en las ciudades de Valparaíso y Santiago, culminando su primera etapa en el Festival Rockódromo del mismo año.
En 2024, luego de incorporar a Cristopher Marambio (Bajo), la banda logra un exitoso lanzamiento de su EP debut en Rojas Magallanes y consolida un nuevo sonido como Power Trío, empezando una nueva temporada de conciertos e incorporándose de a poco a la escena rockera santiaguina. Influenciado por diversas ramas del rock de antaño y actual, el grupo busca expresar diversos relatos de violencias sutiles y terrenales vividas en la cotidianidad, desde experiencias transversales como el estrés laboral y emocional en una gran ciudad, hasta vivencias contingentes como los abusos de poder institucionales y las luchas sociales
